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Olvido

Publicado: 03/05/2014 en Inglés

El avión despegaba lento y suavemente. No había motivo alguno para preocuparse, el tiempo era favorable para volar, todo parecía estar en orden y nadie del pasaje ni de la tripulación se veía especialmente preocupado.

Sin embargo Ricardo estaba inquieto. Había volado docenas de veces, y nunca había sentido esa sensación de pánico que le estaba desbordando. Se dijo a si mismo que no tenía motivo para sentir miedo. Intentó serenarse con el whisky que pidió a la azafata y con el tranquilizante que ingirió con él. En ocasiones normales habría bastado para relajarse e incluso dormir un poco. Pero no consiguió el efecto deseado. Al contrario, el corazón le latía a mil por hora.

Sin saber muy bien por qué, empezó a rezar. Nunca había sido muy creyente pero en ese momento sintió la necesidad de creer en Dios o en lo que fuese.

En mitad de una oración sintió una fortísima explosión. La gente gritaba y el avión se sacudía bruscamente. Vio una intensa llamarada a su espalda, justo en la bodega de carga, y entonces comprendió el motivo de su miedo.

Estaba tan abotargado por las drogas que había tomado antes de embarcar, que no recordaba que hacía un mes que estaba planeando hacer explotar el avión con él.

FIN

Juan Nicolás Perán

Adrián Porlán

Hamza Agnau

Alberto Moreno

Una historia interminable

Publicado: 03/05/2014 en Inglés

Una noche oscura y fría estaba regresando a casa después de todo lo que había pasado durante el día. Para colmo sentí que alguien me seguía. Estaba insegura, como si me miraran cada paso que daba. Mire hacia los lados y sentí una sensación extraña porque no veía a nadie pero una parte de mi subconsciente sabía que me estaban siguiendo. Así que miré hacia atrás bruscamente y ví un hombre alto, de piel oscura con mirada penetrante. Solo se veían sus ojos blancos abiertos de par en par mirándome fijamente y una sonrisa terrorífica, con los dientes más blancos que había visto en mi vida. Sentí un escalofrío que me recorría todo el cuerpo. Tenía ganas de correr y gritar, pero me contuve por si pensaba que no le había visto. Aunque me estaba muriendo de miedo seguí andando tan normal como si nada. Me metí por callejones estrechos que no conocía para intentar darle esquinazo, pero no lo conseguía, no me quitaba ojo, me temblaban las piernas, no podía seguir caminando. No sé de dónde saque las fuerzas y empecé a correr. El me siguió. Por fin llegué a mi casa y todo parecía normal.

Fui a mi cuarto a ponerme el pijama. Cuando ya me iba a dormir, fui a cerrar la ventana y cuando miré al exterior lo ví. Era él sin duda. Nunca se me olvidarán sus ojos penetrantes. Estaba subido en el árbol, frente a mi casa, con unos prismáticos. Yo me preguntaba “¿Qué quería de mí?” “¿Qué había hecho para que no me quitara ojo?”
No podía dormir, pensando una y otra vez qué hacía ese hombre siguiéndome y por qué sonreía de esa manera. Pero ya estaba tan cansada y con un dolor de cabeza tan terrible que caí en un profundo sueño.
Al despertar pensé que el hombre ya no estaría. Abrí la ventana y allí estaba. No se había movido ni un centímetro.
Me puse blanca cuando lo ví y en ese momento mi madre entró en mi cuarto y me dijo: “ ¡Alba date prisa se hace tarde! »
No escuché lo que dijo mi madre y en ese momento me desmayé. Mi madre, preocupada, me echó en la cama y me trajo un vaso de agua. Me dijo que no iba a ir al instituto. Yo pensé que era lo mejor para que no me viese salir ese hombre.
Bueno, se me ha olvidado presentarme, me llamo Alba y tengo 15 años.

Aquel día no salí a la calle. Estuve tumbada en la cama. Se me ocurrió levantarme un momento, aunque estaba muy débil, y fui a mirar por la ventana y, sí, se me quedó la cara blanca. ¡El hombre seguía ahí!. Asustada bajé al comedor. Mi madre, preocupada de ver esa cara tan asustada y pálida, me dijo que si estaba bien, que si me ocurría algo que se lo contara. Yo no podía hablar. Me quede mirándola muy asustada. Ella estaba cada vez más preocupada, pero yo estaba petrificada por lo que acababa de ocurrir.

Por la tarde me sentí mejor y mi madre me mandó a comprar. Yo no quería ir. Todavía estaba muy asustada. Entonces en ese momento mi madre, al ver que no quería salir, me dijo:
– Cariño, yo te conozco y sé que no estás bien y te pasa algo. Cuéntamelo, no pasará nada, soy tu madre.
Yo no le contesté, miré hacia abajo y me fui a mi cuarto.
Cuando estaba en mi cuarto miré por la ventana y me di cuenta de que el hombre se había ido. Yo me sentí muy aliviada, pero sabía que podía volver en cualquier momento y eso me seguía asustando.
Bajé y se lo conté a mi madre. Mi madre se quedó paralizada cuando le conté todo lo ocurrido.

Ella muy preocupada me dijo que por qué no se lo había contado antes y yo le contesté que el miedo me paralizaba para hacerlo. Le dije que me ayudara a que ese hombre desapareciera de mi vida. Mi madre me dijo que no me dejaría salir sola a ningún sitio y que me acompañaría a todas partes. Esa idea me agradó mucho y le di las gracias a mi madre.

Al día siguiente mi madre me acompañó a clase. No sentí que nadie nos siguiera como aquel día. Al terminar las clases estuve esperando a mi madre para que me recogiera. En ese momento lo ví otra vez. Esta vez más claramente que las anteriores. Se puso casi delante de mí, pero se marchó muy rápido. Justo en ese momento llegó mi madre y me tranquilicé. Cuando llegamos a casa ella me dijo que vio a un hombre delante de mi y me preguntó que si era aquel tipo. Yo la miré a los ojos y le conteste que sí, que era ese hombre. Mi madre me dijo que le sonaba su cara de algo, pero no sabía de qué. Esa misma tarde fuimos a comisaría para denunciarlo. En ese momento, en un tablón de anuncios, lo ví, ahí, vi su cara, era él sin duda. E el cartel se leía que era una persona de las más buscadas. Pegué un grito y me paralicé por completo. Mi madre se dió cuenta también pero no dijo nada. Vino un guardia de seguridad y preguntó qué pasaba. Se lo contamos absolutamente todo. El policía se quedó impactado y contestó que estábamos en un serio problema, que ese tipo era muy peligroso.

Días después nos llamaron por teléfono y nos dijeron que habían pillado a aquel hombre. En ese momento nuestro sufrimiento y nuestro miedo había terminado.

FIN

Nerea Mora

Ana Emilia Quiñonero

Mª Dolores Navarro

Son un grupo de amigos, los RIM (Rodrigo, Iván y Mario).

Estábamos en casa de Mario haciendo un trabajo de matemáticas, cuando de repente llamaron a la puerta. Era un hombre misterioso al que no conocíamos. Tenía el pelo raro, los ojos verdes y saltones (como un pescado) y llevaba una vestimenta vieja y rota, además de tener una capucha negra con sangre y una  guadaña de plástico.

Nosotros estábamos solos y asustados. Al final, abrimos la puerta y nos dijo:

-¿Sois los RIM?

-Sí,  ¿Por qué?

-Habéis ganado…

-¿¡Qué?!

-Un viaje a una mansión.

-¿En serio?

-Si, tomad las llaves de la mansión

El hombre misterioso se desvaneció.

Nosotros nos preguntamos: ¿y nuestros padres?

Cuando de repente llamaron al teléfono ¡Ring, ring!

Solo nos dijeron:  Vuestros padres irán a la mansión.

Nos colgaron el teléfono.

Al día siguiente, fuimos a la mansión. el hombre misterioso estaba allí pero nuestros padres no. El hombre misterioso nos dijo que llegarían pronto, pero pasaron tres horas y no aparecieron. Al rato, los encontramos muertos. No llevábamos móviles ni las llaves de nuestra casa. No teníamos donde ir y decidimos quedarnos en la mansión. Parecía vieja.

Ellos no sabían que les quedaba una aventura por vivir en la mansión.

Cuando entramos las cortinas rotas estaban, los muebles viejos y rayados. Estábamos muy asustados y preocupados por nuestros padres. En la mansión había un pastor alemán y un pitbull de guardianes.

En un cuadro aparecía una iglesia en un cementerio. En ese momento, decidimos ir al cementerio. Escuchamos unas cadenas, pero no vimos nada. Pensamos que era un fantasma. Después, entramos a la iglesia. Había un crucifijo medio roto colgado en la pared y todo estaba lleno de polvo. Ya no sabíamos qué hacer, si quedarnos en el cementerio, irnos a la mansión…

 Nos pareció ver a nuestros padres, pero era imposible. Cuando volvimos a la mansión, no había nada dentro de nuestra habitación. Salimos a la calle para irnos corriendo y nos sorprendió ver a nuestros padres fuera riéndose. Nos habían gastado una broma y les preguntamos:

-!Os vimos muertos en la mansión¡

-Eran unos maniquíes

-¿Y las cadenas del cementerio?

– Lo hicimos nosotros escondidos desde un lugar alto pero creo que nos visteis.

-¿Y como hicisteis para que desaparecieran las cosas de la habitación?

-Mientras estabais en la iglesia decidimos quitarlas para que os fueseis.

-Ha sido una buena broma, nos hemos cagado.

-Adiós.

-Adiós.

FIN

 

 

Iván Morenilla, Mario Guijarro y Rodrigo López (1º B)

Nace el blog de 1º ESO B

Publicado: 20/12/2012 en Inglés

El grupo de 1º ESO-BF inicia un blog en la asignatura de Inglés.

 

Con la intención de ir haciendo público en la red todos aquellos trabajos que resultan más interesantes a lo largo del curso, este grupo de 1º ESO de nuestro IES ha creado un blog que quiere compartir no sólo con sus compañeros españoles sino también con grupos europeos con los que van a hacer trabajos en colaboración.

 

El blog se ha iniciado con la presentación por escrito de los propios alumnos, se continuará con la presentación de una canción para compartir con un grupo de Dinamarca de la ciudad de Federecia y continuaremos con una presentación de la videoconferencia que se mantendrá con ellos en enero.

 

A lo largo del curso se irán incorporando otros trabajos que se consideren de interés para compartir con todos.

Os dejamos el link al blog:  http://bilingualsof2000.blogspot.com.es/

Nace una nueva sección

Publicado: 29/10/2012 en Departamentos, Inglés

Nuestra revista presenta una nueva sección «English corner» en la que el inglés será el idioma protagonista.

Podéis ver los nuevos textos de la página íntegramente en inglés en el enlace de abajo:

https://revistaprincipe.wordpress.com/english-corner/